El diezmo en el Nuevo Testamento: 3 razones bíblicas

El diezmo en el Nuevo Testamento

El diezmo es un tema que ha generado mucha controversia y debate en el ámbito cristiano. Algunos argumentan que el diezmo es una práctica exclusiva del Antiguo Testamento y que no tiene relevancia en el Nuevo Testamento. Sin embargo, existen tres razones bíblicas que demuestran que el diezmo sigue siendo válido y relevante para los creyentes en la actualidad.

Jesús no anuló el diezmo

Una de las razones más importantes para afirmar la validez del diezmo en el Nuevo Testamento es que Jesús no lo anuló. En Mateo 23:23, Jesús critica a los fariseos por su hipocresía y les dice: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello." Jesús reconoce que el diezmo es una práctica válida y necesaria, pero también enfatiza la importancia de la justicia, la misericordia y la fe.

Además, en Lucas 11:42, Jesús reafirma la importancia del diezmo al decir: "Pero ¡ay de vosotros, fariseos! porque diezmáis la menta, la ruda y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello." Jesús deja claro que el diezmo no debe ser descuidado, pero también destaca la importancia de la justicia y el amor de Dios.

El Nuevo Testamento no prohíbe el diezmo

Otra razón bíblica que respalda la práctica del diezmo en el Nuevo Testamento es que no existe ninguna prohibición explícita en las enseñanzas de Jesús o de los apóstoles. A lo largo de los evangelios y las epístolas, no encontramos ninguna instrucción que diga que los creyentes deben dejar de diezmar.

En 1 Corintios 16:2, el apóstol Pablo exhorta a los creyentes a apartar una parte de sus ingresos cada semana: "Cada primer día de la semana, cada uno de vosotros aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas." Aunque Pablo no menciona específicamente el diezmo, esta exhortación muestra la importancia de apartar una parte de nuestros ingresos para la obra de Dios.

No se obliga a nadie a dar

Es importante destacar que el Nuevo Testamento no obliga a nadie a dar el diezmo. En 2 Corintios 9:7, Pablo dice: "Cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre." Aquí vemos que la actitud del corazón al dar es lo que importa. Dios no quiere que demos por obligación, sino que lo hagamos con alegría y generosidad.

El diezmo no debe ser visto como una carga o una obligación legalista, sino como una oportunidad para honrar a Dios y contribuir al avance de su reino en la tierra.

Una cuestión de amor

Finalmente, el diezmo en el Nuevo Testamento se trata de una cuestión de amor. En 2 Corintios 8:7, Pablo anima a los creyentes a sobresalir en la gracia de dar: "Así que, como sobresalís en todo, en fe, en palabra, en conocimiento, en toda solicitud y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia." El diezmo es una expresión tangible de nuestro amor y gratitud hacia Dios.

Además, en 1 Juan 3:17, se nos insta a compartir nuestros recursos con aquellos que están en necesidad: "Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?" El diezmo nos brinda la oportunidad de ayudar a los necesitados y demostrar el amor de Dios en acción.

La generosidad en el Nuevo Testamento

El concepto bíblico de la generosidad

Si bien el diezmo es una forma específica de dar, el Nuevo Testamento también enfatiza la importancia de la generosidad en general. En 2 Corintios 9:6, Pablo dice: "Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará." La generosidad es una actitud que debe permear todas las áreas de nuestras vidas, incluyendo nuestras finanzas.

Además, en Hechos 20:35, Pablo cita las palabras de Jesús: "Más bienaventurado es dar que recibir." La generosidad nos trae bendición y nos permite participar en la obra de Dios en la tierra.

¡Honra a Dios con tus ofrendas!

El diezmo en el Nuevo Testamento sigue siendo válido y relevante para los creyentes en la actualidad. Jesús no anuló el diezmo, el Nuevo Testamento no prohíbe el diezmo y no se obliga a nadie a dar. El diezmo es una cuestión de amor y una oportunidad para honrar a Dios con nuestras ofrendas.

Además, el Nuevo Testamento nos enseña la importancia de la generosidad en general. La generosidad es una actitud que debe permear todas las áreas de nuestras vidas, incluyendo nuestras finanzas. Al ser generosos, participamos en la obra de Dios y experimentamos su bendición.

Así que, te animo a considerar el diezmo como una forma de expresar tu amor y gratitud hacia Dios, y a ser generoso en todas las áreas de tu vida. ¡Honra a Dios con tus ofrendas y experimenta su bendición en abundancia!

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Misionera Estela Lovo

A quien Dios reveló el día 24 de enero de 2004 a las 4 de la madrugada, que la voluntad de Dios era que fundara EL MINISTERIO NUEVO RENACER.

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